Artículo de «El Blog del Tordu» – Periódico cultural y patrimonial de Asturias – APE

La mitología asturiana es rica y diversa, llena de seres sobrenaturales que reflejan la íntima relación de las gentes de esta región con su entorno natural. Entre estos personajes destaca «El Nuberu«, también conocido como «El Señor de las Nubes». Esta figura ambivalente simboliza tanto el poder destructivo de las tormentas como la fertilidad que estas traen al suelo.

Orígenes y características de El Nuberu

El Nuberu. Ilustración de Alberto Álvarez Peña.

El Nuberu es descrito como un hombre de aspecto imponente, con cabello y barba enmarañados, y vestido con pieles. Su residencia tradicional se encuentra en Xubia, un lugar mítico situado en algún punto del cielo. Se dice que controla las tormentas, las lluvias y el granizo, y que puede ser tanto un aliado como una amenaza, dependiendo de cómo sea tratado. Los campesinos asturianos, cuyos cultivos dependían en gran medida de las condiciones climáticas, solían encomendarse a él para pedir lluvias beneficiosas o para protegerse de tormentas devastadoras.

El Sueve y la conexión con El Nuberu

El Sueve, una cordillera emblemática en Asturias, no solo es un lugar de gran belleza natural, sino también un escenario que alimenta las leyendas sobre El Nuberu. Su posición cercana a la costa y su altura imponente lo convierten en un punto clave donde las nubes chocan y se forman las tormentas, evocando la presencia de este ser mítico. En algunas narraciones locales, se dice que El Nuberu podría ser visto vagando por el Sueve cuando las tempestades amenazan, como un guardián de los vientos y las nubes.

Nuberu y Oles

Aunque no existe una vinculación documentada, podríamos decir que nuberu (que en cierto modo bebe de fuentes de la mitología Celta, pudiendo equipararlo al dios Thor) está vinculado íntimamente con su traducción cristiana «La Virgen de la Salud» (muy venerada en el pueblo de Oles).

La Virgen de la Salud representa protección y bienestar, especialmente en tiempos de enfermedad o adversidad, mientras que El Nuberu, como figura mitológica, controla las tormentas y el clima, elementos que también pueden ser percibidos como amenazas o bendiciones para las comunidades rurales.

Dualidad de El Nuberu en la cultura asturiana

Lo fascinante de El Nuberu es su dualidad. Si bien es temido por los daños que las tormentas pueden causar, también es respetado por la vida que las lluvias traen al campo. Esto refleja una visión asturiana del mundo: la naturaleza no es completamente benévola ni cruel, sino un equilibrio que debe ser entendido y respetado.

El Nuberu, como otros seres de la mitología asturiana, también es un testimonio de la conexión espiritual de los asturianos con su tierra. Sus leyendas han sido transmitidas de generación en generación, y en ellas se encuentra una mezcla de respeto, temor y admiración hacia los fenómenos naturales.

Detener al nuberu

En la tradición asturiana, el sonido de las campanas tenía un propósito mágico y protector, especialmente en tiempos de tormenta. Se creía que su repique podía ahuyentar al Nuberu, el señor de las nubes y las tempestades, evitando que descargara su furia sobre los campos y las aldeas. Según el etnógrafo asturiano , Aurelio de Llano, una práctica conocida era el «toque de campana ‘Detente, Nuberu’, un repique específico que, según la creencia popular, conjuraba al Nuberu para que desviara las nubes hacia lugares donde no causaran daño. Este acto no solo tenía un significado espiritual, sino que también unía a la comunidad en un esfuerzo colectivo por proteger sus hogares y cosechas.

Conclusión

La figura de El Nuberu y su relación con lugares como el Sueve son un recordatorio de cómo la mitología asturiana vincula las fuerzas de la naturaleza con los paisajes de la región. Este «Señor de las Nubes» personifica la complejidad del entorno asturiano, donde las montañas, el clima y el mar se entrelazan para formar un escenario único. Las historias de El Nuberu, aunque antiguas, siguen siendo relevantes hoy, evocando un respeto por la naturaleza que es tan importante como siempre.

Además, desde nuestra Quintana puedes ver de primera mano la sierra mística del Sueve y , con un poco de suerte, ¡encontrar los rastros de Nuberu!

Sierra del Sueve vista desde La Casina de Luis (La Quintana del Tordu)

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